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El sistema inmunitario es una red compleja de células y moléculas que protegen al cuerpo contra los microorganismos invasores, como bacterias, virus, hongos y parásitos. A medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario también cambia y se vuelve menos efectivo en la lucha contra los patógenos, aumentando el riesgo de contraer enfermedades infecciosas.
Cambios en el Sistema Inmunitario con la Edad
De acuerdo con un artículo de Medline Plus, el sistema inmunitario cambia con la edad y puede aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas. El sistema inmunitario se divide en dos componentes principales: la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa.
- Inmunidad Innata.
Es la primera línea de defensa contra los patógenos. A medida que envejecemos, esta inmunidad se vuelve menos eficiente, lo que hace que el cuerpo sea más vulnerable a las infecciones. Las células responsables de la eliminación de células infectadas y tumorales disminuyen en número y actividad, al igual que las células encargadas de eliminar bacterias.
- Inmunidad Adaptativa.
Es responsable de la memoria inmunológica y de la producción de anticuerpos específicos para combatir patógenos conocidos. Con la edad, esta inmunidad se vuelve más lenta, y la producción de anticuerpos se reduce, lo que puede disminuir la eficacia de las vacunas y aumentar el riesgo de infección.
Medidas para Mantener un Sistema Inmunitario Saludable en la Vejez
Aunque el sistema inmunitario cambia con la edad, hay medidas que se pueden tomar para mantenerlo saludable. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
1. Hacer Ejercicio.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento recomienda hacer ejercicio regularmente para mejorar la función inmunitaria en personas mayores. Un estudio encontró que los adultos mayores que se ejercitaban regularmente tenían una mejor función inmunitaria que aquellos que llevaban una vida sedentaria.
2. Mantener una Alimentación Saludable.
Una alimentación rica en frutas y verduras puede ayudar a mantener un sistema inmunitario saludable. Las frutas y verduras contienen nutrientes, como vitaminas y antioxidantes, que ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación en el cuerpo. Sin embargo, si la alimentación no es lo suficientemente equilibrada, suplementarse con vitaminas, minerales y fitonutrientes puede ser una gran elección para asegurarte de que tu cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios.
3. Mantener un Peso Saludable.
El exceso de peso puede afectar negativamente la función inmunitaria. Un estudio encontró que las personas obesas tenían una respuesta inmunitaria más débil a las vacunas contra la gripe que las personas con un peso saludable.
4. Dormir lo Suficiente.
La falta de sueño crónica puede reducir el número de células T en el cuerpo y disminuir la producción de anticuerpos, aumentando el riesgo de infecciones. Es importante asegurarse de dormir lo necesario cada noche.
5. Reducir el Estrés.
El estrés crónico puede afectar negativamente el sistema inmunitario y aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas. Técnicas de reducción del estrés, como la meditación y el yoga, pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la función inmunitaria.
Mantener un sistema inmunitario saludable es crucial para disfrutar de una buena salud a medida que envejecemos. Incorporar hábitos saludables como el ejercicio regular, una alimentación balanceada, un peso adecuado, suficiente descanso y manejo del estrés puede hacer una gran diferencia en la fortaleza de nuestro sistema inmunitario.
Implementar estas recomendaciones puede ayudarnos a proteger nuestro cuerpo contra infecciones y a vivir una vida más saludable y plena.
¡Cuídate y mantente saludable!
Nos leemos en el próximo Mundo Sano Blog.
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